Erase un chico de 16 años de edad, llamado Ángel, su cabello era de color castaño y era un joven muy apuesto, vivía con su madre ya que su padre los abandono cuando él tenía 5 años de edad, aquella persona que lo cuido desde muy pequeño siempre le enseño a ser un buen hombre, aunque no eran adinerados, le enseño grandes valores, a él le gustaba jugar fútbol, porque nunca le fue muy bien en el estudio, siempre obtuvo notas muy bajas, así que el solo se preocupada por patear un balón e intentaba dar lo mejor de él cada día para llegar a ser un jugador profesional.

Las veces que se dirigía a entrenar siempre veía a una hermosa chica, una joven alta y muy apuesta la cual empezó a sentir atracción por ella. Al siguiente día empezó a buscar información con sus amigos sobre ella y de esta forma logro averiguar su nombre y supo que se llamaba Milena.

Aquel hombre se fue encariñando a diario con aquella mujer, incluso sentía que se estaba enamorando de ella, y no solo era su físico, sino la forma de ser de ella, la inteligencia que tenía y que siempre estaba para apoyarlo a él en todo.

Días después Milena y Ángel se volvieron a encontrar, pero esta vez en casa de ella, allí pasaron un buen rato mientras comían y hablaban mucho más de su vida sabiendo lo más mínimo; él pudo confesarle a ella lo mucho que le gustaba y estaba loco por esta mujer, pero Milena solo quiso ser fuerte callando lo poco que podía sentir por aquel chico, ella no sabía que responder a cada cosa que Ángel sabia decirle y eso hacía que él se sintiera mal, solo le hizo pensar que ella no sentía nada; al pasar el tiempo se empezaron alejar pero Ángel no entendía el por qué, si el solo era bueno estando con ella.

Ángel se empezó a sentir mal y esperaba un mensaje cada noche de aquella chica, lo que él no sabía, era que Milena, aunque tuviera su ego por las nubes lo extrañaba y lo quería mucho, pero esta mujer temía el enamorarse de aquel hombre. Esta fue una de las razones por la cual Milena empezó a alejarse de Ángel, pero lo más extraño de todo esto es que el continuaba buscando a Milena, la quería, y por esta razón seguía luchando por ella; esta mujer se había convertido en su objetivo.

Al pasar el tiempo poco a poco Milena le volvió a hablar, aunque todo fuese diferente, pero ellos aún se querían; Milena tenía un secreto, más que eso era algo que solía pasar siempre; se trataba de sus padres, ella sabía que ellos nunca aceptarían aquel noviazgo, pero aun así Milena quería estar con él, pero no podía.

Ninguno de los dos le hallaba una solución a esto, pero aun así Ángel estaba dispuesto a esperar por ella cuanto tiempo fuese necesario, incluso le propuso esperar a que ella terminara sus estudios, pero al parecer Milena no sabía ni lo que quería.

Tiempo después Milena decidió dejarlo a un lado, al parecer a ella ya no le importaba tanto Ángel y no solo eso, al parecer había un nuevo chico con el que estaba hablando; pero Ángel solo seguía pensando en esta chica y tenía la esperanza de que ella regresara algún día, el intentaba olvidarla y no recordar esos momentos que pasaron juntos, pero era casi imposible.

Han pasado días desde la última vez en que los labios de Milena y Ángel rozaron, desde que no se abrazan y desde que el no acaricia el hermoso cabello de Milena.

Este chico suele escuchar música todos los días, aunque unas son tristes y otras alegres, pero a él le gustan más las alegres porque de este modo recuerda cada uno de los momentos felices, desde el primer momento en que toco su piel hasta el instante en que lo abandono.

Algún día prometemos demasiadas cosas, de tal modo que al final solo nos damos cuenta que no las cumplimos, que todo aquello se ha esfumado y ahora lo que quedan son solo recuerdos.

Gastamos nuestro tiempo intentado entender el porqué de las cosas incluso algunas veces haciéndonos cambiar para estar bien con aquella persona, pero no nos damos cuenta que nada volverá hacer como antes, a veces deseamos que la vida sea como una máquina de tiempo, para así retroceder y quizás hacer cosas que no se hicieron o de lo contrario dejar de hacer y cambiar.

Pero lo que si tenemos muy seguro cada una de nosotras las personas es que el mundo da muchas vueltas.

Cada una de estas palabras eran las que pasaban por la mente de Ángel mientras la recordaba, cuando se prometieron cosas que no se cumplieron, cuando quisieron cambiar actitudes para estar bien y saber que esto no sirvió para nada, y que ahora aquel amor se marchito.

A veces el piensa que probablemente aquella chica creerá que le tiene rencor, pero no, no es fácil odiar o guardar rencor a quien amamos con tanta fuerza, a pesar de lo malo solo queda sonreír porque ella fue la luz de Ángel en medio de la oscuridad y, él piensa que ella vino a dejarle muchas cosas por aprender.

Dos años después…

Ángel se encontraba en una cafetería, mientras allí mismo también había una chica que estaba pagando la cuenta, él se queda mirándola desde lejos, y se acercó lentamente hasta estar un poco más cerca, allí pudo ver algo extraño en sus ojos, era unos ojos ya vistos, al parecer era Milena, pero ella aún no lo reconocía, en ese momento el decide preguntar su nombre, en ese instante él se da cuenta que si era ella; este chico la invita a tomar un café y de este modo le hace recordar cada una de las cosas que vivieron, allí Milena y Ángel se dieron cuenta que aún se querían y decidieron empezar una nueva vida juntos.

Autor: Lina Marcela Obregón Gelvez