Tranquila, estamos aquí porque hemos sido enviados para cumplir una misión, el despertar será otra ilusión que no está a la vista sino del hermoso plumaje que trae la conciencia, la espiritualidad y el amor. Sí, errarás en tu camino, sangraras, llorarás, gritarás y anhelarás que todo sea producto de una pesadilla del viaje eterno de la vida.

Estarás tan cansada de fallar que el karma te guiará a tu lar con más sabiduría, claro, entiendo que hay personas a las que has herido sin intención y que tus acciones han hecho que pierdas oportunidades que considerabas apropiadas para tu enfrentamiento en medio de la realidad, incluso, cuando te contextualiza sin estar de acuerdo. Ahorita estás aferrada a tu soledad, tu melancolía, tu tristeza y alegría momentánea, las acústicas imágenes que acompañan tus historias, tu desentendimiento con lo que te rodea, tu cueva nostálgica en medio de la incertidumbre y las conversaciones que no dejas de tener con tu voz interior.

Una parte de ti se encuentra en el resplandor de tu más recóndita oscuridad, allí, en donde el eco de la sentida música y la fotografía más insignificante y afligida han dejado una pequeña holladura. Escaparía junto a ti a este lugar para entonces poder perdonar y continuar sin rencor, comprendiendo que el viaje continúa, aunque, no se comparta el mismo pudor de lo que sientes en este escondrijo.

Algunos despertando y otros soñando, unos más vacíos que rotos, unos más rotos que vacíos, todos un poco muertos en esta existencia. No hay de qué preocuparse, hay que vivir entendiendo que se debe estar en un punto intermedio para que la balanza no aterrice sobre lo correcto o lo incorrecto.

Tu viaje está centrado en leer más el corazón, sentir y amar al prójimo, por sobretodo, a ti por comprender de qué pueda tratarse el viaje lejos del universo donde habitabas. Tu paz sólo estará dispuesta a regalar hasta que el silencio de lo ‘’imperfecto’’ termine por aturdir tu entrega en medio del caos.

 

Autora: Paula Puentes