Los médicos y docentes serán los primeros en recibir la vacuna. Sin embargo, investigadores y científicos de otros países cuestionan la eficacia de las pruebas hechas en humanos.
«Según las primeras estimaciones… podremos proporcionar a partir de este año varios centenares de miles de dosis de la vacuna cada mes y luego varios millones desde principios del año que viene», expresó el ministro ruso de Comercio, Denis Manturov, a la agencia estatal TASS.
Rusia, como muchos otros países, está trabajando desde hace meses en varios proyectos de vacunas del COVID-19 y por ahora se prioriza el del laboratorio Gamaleia, desarrollado en colaboración con el Ministerio de Defensa y cuyos detalles no fueron publicados, lo que impide certificar su eficacia.
El Centro estatal de investigación Vektor, en Siberia, trabaja en otra vacuna, cuyas primeras dosis deberían estar listas a partir de octubre, según las autoridades.