Colombia es un país que, desde siempre, se ha caracterizado por la productividad de su pueblo, es decir, la capacidad de producir ingresos para tener y mantener una vida digna o, por lo menos, decente; por esta razón la mayoría de los emprendimientos o negocios colombianos son sorprendentes, ingenioso e innovadores. Por esto dicen que el colombiano no se queda varado o se “estanca” con facilidad.
Sin embargo, la llegada del covid-19 desfavorece a la mayoría de negocios, pues todos debemos estar en casa para evitar el contagiarnos del virus, de modo que muchos empresarios y trabajadores no han podido llevar a cabo sus negocios desde casa. En relación a esto con el confinamiento, muchas familias no tienen ingresos para sostenerse o disponer de lo necesario para vivir.
Lo anteriormente mencionado da paso a una problemática de años para el país: el desempleo. Es necesario mencionar que en Colombia las personas buscan trabajos que por lo general son informales y en otros casos ilegales, es decir, que no cuentan con registro y documentos requeridos para tener un establecimiento; o por su parte otros casos hallan el modo de obtener ganancias de forma independiente. Estas situaciones se deben a las pocas oportunidades de empleo en Colombia, Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística. (DANE) “para el mes de junio de 2020, la tasa de desempleo del total nacional fue 19,8%, lo que significó un aumento de 10,4 puntos porcentuales frente al mismo mes del año anterior (9,4%)” Hay que tener en cuenta que el DANE cuenta a las personas con trabajos informales como empleados al igual que a los jóvenes que se encuentran en edad laboral no trabajan, pero estudian.
Por otra parte, las macroempresas no se ven tan afectadas por la situación y algunas de ellas han decidido continuar con el pago del salario a sus empleados; sin embargo, si nos referimos a las personas que trabajan con el turismo en microempresas o negocios informales estaríamos hablando de grandes pérdidas monetarias; de manera similar ocurre con algunos locales como bares o discotecas, ya que han tenido que cerrar los locales que antes era trabajo de muchos, pues no reciben ingresos, razón por la cual no pueden pagar el alquiler o arriendo del lugar. Esto, solo por nombrar algunos de los tantos casos que hay en el país actualmente.
Pero si mencionamos a las personas que se sostienen económicamente vendiendo tinto en las calles, o las mujeres que hacían trenzas en las playas entonces es una situación crítica donde el ahorro es imposible y el sustento que era obtenido era para el día a día. Por fortuna, en estos casos el gobierno ha beneficiado a algunas de estas familias otorgándoles productos de la canasta familiar, o pensiones mensuales.
Todavía cabe señalar que estamos hablando de un país en el que las personas buscan oportunidades y se ingenian el modo de obtener un plato de comida en el día. Gracias al confinamiento han tenido lugar muchos emprendimientos nuevos es una situación difícil en la que algunas familias han llegado a extremos para poder sobrevivir; esto se debe a que los mecanismos de apoyo que ha gestionado el gobierno no cobijan o cubren a toda la población vulnerable. No hay que olvidar que en Colombia abundan territorios y comunidades olvidadas o abandonadas.
Se debe agregar que muchas personas se han solidarizado con estas comunidades desfavorecidas, brindándoles productos de comida y aseo, de manera independiente, es decir sin ayuda del gobierno; aunque muchas de estas personas lo hacen a través de sus propias empresas.
En este punto queda claro que aún con las consecuencias que ha traído la pandemia, los ciudadanos han sabido sobrellevar la crisis. Es posible que el trabajo informal, es decir, pequeños emprendimientos desde casa puedan disminuir el porcentaje de desempleo. Por otro lado ¿será posible que el gobierno ayude a amortiguar las pérdidas que sufren algunas empresas?