Juan Galeano (Voz y bajo), Daniel Alvarez (guitarra), y Andee Zeta (batería); le dan vida a este hito de sensibilidad, furia y resistencia, que como manifiesto central tiene el dejar de lado esos roles de género que han sido impuestos en la sociedad.

A través de colectivos y activistas se busca día a día el poder cambiar ese chip que nos somete a estar atados a lo ya impuesto, y a poder acabar con estereotipos creados dentro de un sistema patriarcal y machista que no permite que los hombres, mujeres o personas lgbt+ tengan un comportamiento distinto al que se les asignó al nacer “Porque así ha sido siempre”.
Para esto llega esta banda colombiana con un hit totalmente político que es toda una cachetada dura y contundente de indignación. A través de tres minutos, cuarenta y seis segundos logran sacar todo ese dolor, furia y desenfreno que ha generado el estar sometidos a un sistema que juzga, y no acepta “que los chicos lloren”.
La temática que une a este dúo se basa en los feminicidios y las desigualdades de género, en la falta de oportunidades que se viven en el país, en hablar propiamente de la diversidad sexual sin algún tipo de tapujo, y en querer derrocar a ese héroe que nombran en su canción, en este caso (el hombre), para dejar en claro que el futuro está en manos de las mujeres, y personas que están en total desacuerdo con las brechas laborales y demás injusticias que existen.
A esto se suma el hablar de un estado que nos mantiene en medio de desigualdades e injusticias, lo que buscan con este sencillo es dar un mensaje de poder, de tener sed de cambio. También de dar el espacio que debe tener la mujer en varios aspectos tanto en lo social como político, y que tengan la visibilidad que aún en este siglo no tienen.
Por medio de un video ilustrado, y con imágenes llenas de poder en cada escena, muestran como nos han vendido el ideal del hombre en la sociedad, (cómo debe comportarse, actuar, qué cosas deben gustarle y como debe ser el ciclo de su vida). Alternamente viajamos por un mundo de colores, guitarras y blues rock alternativo, para encontrarnos con una pelea en contra del racismo, transfobia, el sistema policial, el estado, y comentarios llenos de odio, para lograr esa plenitud y felicidad en un rosa que nos inunda por la alegría de sentirnos libres, cantando y bailando que si sentimos, “porque nos tiene que doler y eso está bien”.