En el año 2018 se presentó un derecho de petición a la secretaría de educación de Bucaramanga en el que se pedía explicación por la carne suministrada en los colegios debido a que presentaban un olor y una textura extraña.

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La Fiscalía General de la Nación fue el ente encargado de dar a conocer la actividad ilícita que representó grave riesgo para la salud de los estudiantes beneficiados con el PAE. (Programa de Alimentación Escolar que consiste en el suministro organizado de un complemento nutricional con alimentos que no representan un daño para los niños, niñas y adolescentes matriculados en instituciones públicas, su función es ayudar al desarrollo de un conjunto de acciones alimentarias, nutricionales, de salud y formación, que contribuyen a mejorar el desempeño de los escolares además de apoyar su vinculación y permanencia en el sistema educativo).

De acuerdo con la información difundida a través de un comunicado, a los niños de Santander se les suministró carne de caballo y burro viejo. Tras conocerse el hecho varios alumnos de Bucaramanga le contaron a Blu Radio que, en varias ocasiones, al consumir la carne en los comedores escolares, sentían dolor de estómago, náuseas y vomito.Según el ente investigador, un comerciante de la región identificado como Fernando Trujillo Gómez, alias El Padrino o El Gemelo, habría estructurado el engaño.

Las investigaciones de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos de la Fiscalía, en trabajo articulado con la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nacional, permitieron conocer que Trujillo Gómez, en socio con otras personas, compraba caballos y burros, en la Costa Atlántica. Al parecer, con guías de movilización falsas trasladaba los animales hasta Bucaramanga y allí los sacrificaba.

La carne era tratada con químicos, para alterar la contextura, intentar hacerla más blanda y darle un color rojizo. Luego, la empacaban al vacío y le ponían sellos de empresas dedicadas a la comercialización de carne de res. Como un producto vacuno era facturado y soportado para distribuirlo.

Mediante este engaño, alias El Padrino o El Gemelo vendió semanalmente entre 2.000 y 2.500 kilogramos de carne a los operadores del PAE en Bucaramanga y Santander. La actividad ilegal la habría realizado entre mayo de 2018 y septiembre de 2019, esto representó un ingreso superior a los 500 millones de pesos.