El 9 de octubre, un conductor de un furgón arrolló y, por ende, mató a un ciclista sobre el puente vehicular de la vía Bogotá – Tunja, esto sucedió exactamente en el sector La Caro en Chía – Cundinamarca. Provocando varias críticas e indignación por parte de la gente, pues el homicida no solo huyó en el momento del impacto sino también ha quedado en libertad. 

Pero, ¿cómo dejan en libertad a alguien que impacta, no auxilia y huye al matar a una persona? Es difícil entender y ser empático ante esa decisión por parte de la ley; no es posible que la justicia tarde tanto en poder desarrollar un proceso y darle las medidas prudentes. Es que esto no es un juego, es más muerte provocada en el país. 

No se sabe a ciencia cierta porque el conductor tomó esa decisión, pero se viraliza ante el atroz crimen que comete y no afronta. Es difícil aceptar que le den libertad por no encontrarlo en flagrancia, pero es aún más raro que habiendo pruebas lo dejen suelto, o sino porque lo capturan en el municipio de Sopó… ¿falta de pruebas? O ¿por qué su caso aún no tiene nueva orden de captura? Esta y más dudas salen ante la magnitud del caso y se vuelve a enfatizar que la justicia en Colombia es un chiste mal contado. 

Según el último informe, el homicida será vinculado al proceso, pero no tendrá medidas de aseguramiento ¿a quién no se le hace extraño esto? ¿habrá manipulación? ¿Dinero de por medio? … Es aterrador cómo manejan la justicia en el país, pero que dolor de patria al ver que ni pronunciandose gente ‘famosa’ pueden agilizar o hacerle el debido proceso ante lo grave que fue.

Por otra parte, el gobernador de Cundinamarca también se pronunció diciendo que era un hecho lamentable, pero que él iba a hacer lo posible para que no siguieran matando a ciclistas; pero aun así después de tres días no ha pasado nada. Hoy es el entierro del señor Duarte, y es más rápida su sepultura que el dictamen por la fiscalía. ¡Que hecho tan lamentable! 

Esto es otro de los casos indignantes que ocurren en el país y se exige justicia, justicia por todos, una justicia que sea equitativa y verdadera. Porque nuestras vidas valen y merecemos tener una vida digna y quien nos proteja. ¿El Estado sí nos protege?.