Elegir a un presidente, evitando el fraude y en medio de una pandemia no es nada fácil, por eso las elecciones de este martes pasaron a la historia. Era de esperarse que los resultados no fueran instantáneos como habitualmente lo son y que la incertidumbre creciera junto a las horas de la madrugada.
La jornada electoral que se llevó a cabo este 3 de noviembre dejó muchos interrogantes. Aunque desde el inicio Joe Biden, candidato demócrata llevaba la delantera, en algunas oportunidades el panorama mejoró para Donald Trump con su victoria en Texas y Florida, dos estados con gran número de colegios electorales.
Todavía existe la duda sobre quién ocupará el cargo, pues aunque Biden tiene a su favor un número mayor de colegios electorales, Trump tiene los votos de Michigan y Pensilvania, que podrían cambiar el escenario para los demócratas.
¿Cómo entender las elecciones en Estados Unidos?
Para entender el complicado proceso electoral, designado con la Enmienda 12 de la Constitución de Estados Unidos de hace más de dos siglos es importante abordar varios aspectos. Como primera medida la fecha de las elecciones históricamente siempre ha sido el primer martes después del primer lunes de noviembre, aunque, no se vota exclusivamente ese día, pues está permitido el voto por correo y el voto anticipado que existen en la mayoría de estados.
De hecho el voto por correo ha sido utilizado más que nunca gracias a la pandemia por Coronavirus, que en parte supone un desafío para las elecciones y para establecer un resultado. En algunos estados clave todavía no se ha podido definir un vencedor definitivo más allá de las proyecciones.
¿Cómo es que se elige al presidente con el voto indirecto?
Aunque los ciudadanos participan en las elecciones presidenciales como cualquier otra democracia, lo cierto es que el ganador de la presidencia no es el candidato que más votos populares recibe, sino que existe un método de elección indirecta, que se denomina como “Colegio Electoral”.
A lo que se refiere la elección indirecta, es a un proceso en donde los votantes no eligen entre candidatos a un cargo, sino a unos representantes (Electores) que seleccionan y votan por ese cargo. Los electores o colegios electorales son un número determinado de personas dependiendo de la extensión demográfica y territorial del estado. El país y cada uno de estos estados cuentan con un número de electores igual al total de miembros que componen la cámara y el senado. Estados Unidos se compone de 538 colegios electorales en la actualidad.
Las repercusiones de un sistema indirecto son varias, pero una de las más visibles es la notable desigualdad entre el valor del voto de sufragantes de distintos estados, puesto que, generalmente los candidatos deciden hacer campaña en estados con gran extensión de habitantes como California, por ejemplo, que cuenta con 55 electores; a diferencia de Wyoming que tan solo tiene 3 electores y eventualmente puede ser ignorado.
El ganador final de las elecciones presidenciales es el candidato que obtiene más de la mitad del total de los votos electorales, es decir el candidato que logra ganar más de 270 votos de colegios electorales, y como el voto popular no es decisivo, pueden existir casos donde el candidato aunque tenga un mayor número de votos populares, no resulte ganador pues los votos electorales son los que definen el cargo. Como en 2016 cuando Hilary Clinton perdió frente a Trump con un mayor número de sufragios ciudadanos.
¿Cuál es el escenario para Biden y Trump?
Para los candidatos era claro desde el inicio que debían asegurarse los votos de grandes estados con un buen número de electores, para garantizar desde el inicio la victoria. Por ejemplo, al inicio, aunque Trump empezó bastante rezagado pudo tomar fuerza en el momento en que se escrutaron los estados de Texas, republicano históricamente, y Florida que también se decidió por él. Por su parte Joe Biden empezó con buenos números y en ningún momento fue rebasado por el republicano durante toda la jornada, lo que avistaba una posible victoria demócrata.
“Donald Trump ha sido un presidente que ha demostrado que hacer lo que quiera tiene su ventaja y su beneficio, y ha sido la fidelización de sus seguidores, que perciben a Trump como un mandatario de grandes acciones, lo que radica en una reevaluación de la política tradicional, pues el republicano se vende como un candidato sin miedo al riesgo, motivando a la gente pero a su vez afectando las relaciones internacionales de un país tan grande como este”, afirma Mónica Ramírez, Comunicadora y Analista política.
Caída la madrugada empezó a existir una oportunidad para Trump de ganar, pues con 212 votos a su favor, solo necesitaba conquistar a Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia, pero muy pocos de estos estados jugaron a su favor, por su parte Biden con 223 votos solo tenía el evidente apoyo de Arizona y Maine que no le ayudarían a llegar a 270.
El conteo de votos fue pausado durante la madrugada y retomado nuevamente a las 10 de la mañana del 4 de Noviembre. Pero acá todo cambió pues los votos de Wisconsin y Michigan con un gran número de electores se giraron al lado de los demócratas, elevando el número de votos a 248 y dejando a Biden muy cerca de la presidencia y con mayores posibilidades que Trump.
“Es sorprendente lo que pasó con Florida, pues históricamente quien gana Florida, gana las elecciones y eso fue lo que pasó con Obama en 2009, que ganó los 29 votos electorales de este estado, por su parte en este caso, si Bien pierde Michigan O Wisconsin perderá las elecciones seguramente” manifestó, David Castrillón, abogado.
Trump el presidente xenófobo apoyado por latinos
Para los analistas que observan el tema superficialmente puede parecer increíble que un presidente, que se ha encargado de discriminar y estigmatizar a los latinos cuente con un gran número de votos latinos, pues para esta jornada Trump consiguió más votantes latinos en varios estados clave, de los que ganó en el 2016.
El presidente logró capturar a la mitad de latinos de Florida, comparado con un 35% en el 2016, por otro lado Biden obtuvo algo más de la mitad del voto latino en el estado, comparado con un 62% que apoyó a Hilary Clinton en las elecciones pasadas.
“La amenaza del socialismo seguramente es lo que motiva a los latinos a votar por Trump, pues se justifican asegurando que ya escaparon del socialismo y no quieren dejar que llegue a Norteamérica, y aunque Biden les podría garantizar un mejor futuro lo cierto es que la mayoría de latinos que lograron el sueño americano no están de acuerdo con las ayudas ni la salud gratis, aludiendo a que, si ellos como inmigrantes pudieron, los demás también deberían poder”. asegura David Castrillón, abogado.
¿Qué le espera a Estados Unidos ahora?
Puede que el resultado definitivo no se conozca en los próximos días, pues lo más probable es que la batalla se concentre en los votos por correo que aún no se han contado en estados como Michigan, Wisconsin y Pensilvania. Además los abogados de ambas campañas podrían involucrarse. Como lo aseguró el equipo de campaña de Biden, que dijo tener preparados sus equipos legales para actuar en dado caso de que Trump continúe con sus amenazas y lleve las elecciones a la Corte Suprema.
Estas declaraciones llegan luego del discurso del presidente Trump donde ha denunciado un fraude y se ha auto proclamado vencedor de las elecciones pidiendo un freno al recuento.