Esta propuesta buscaba que tanto la Cámara como el Senado tuvieran igual número de hombres y mujeres.

La decisión del Congreso estableció no aceptar 50%, tanto de hombres como de mujeres en cada lista de candidatos de los partidos,  como se había anunciado está sería intercalada. Sin embargo, anunciaron que el Congreso de la República hundió la propuesta y la participación igualitaria de la mujer no se hará posible en la política.

Esto desencadenó un retroceso en el desarrollo democrático en el país. Como se ha evidenciado las mujeres solo representan el 18 % en la Cámara de Representantes y el 21% en el Senado. Además, de 9 departamentos del país, no hay ninguna mujer que los represente. 

La iniciativa hace parte de las listas paritarias de la reforma política, pero al ser hundida en su totalidad por el Congreso, también quedan invalidadas las propuestas para la financiación estatal de las campañas y la posibilidad de que regiones olvidadas, un tema que se estaba discutiendo, tuvieran representación por parte del Senado. 

En la plenaria de la Cámara de Representantes anunciaban la importancia de que las mujeres tuvieran mayor participación en la política y afirmaron que con la negación ante la propuesta, tendrían que esperar 20 años en el Senado, 16 años en la Cámara de Representantes, 152 años en las Asambleas y 124 años en los Concejos, para alcanzar una participación política de un 50%.

No obstante, se evidenció que ni con la reforma política pudieron establecer la paridad de género.