Crece una nueva preocupación en el país, por la falta de aportes y ayudas a los campesinos que cultivan papa y venden en las centrales de abastos. Como se evidenció desde septiembre hubo una caída en los precios de valoración de la papa y por ende, los campesinos de la región han tenido que ‘’regalar’’ su cosecha para que no se dañe.
¿Pero el Estado qué solución les ha dado? Otro paréntesis sin terminar, porque muchos han mencionado que el Gobierno les ha dicho que desde noviembre, les darían un aporte ante la problemática que están viviendo. Sin embargo, hasta el momento no se ha demostrado.
Nuestros campesinos necesitan no ser olvidados, ya que gracias a ellos es que nos podemos alimentar, por las cosechas que día a día realizan. Además, como lo han mencionado algunos campesinos que se encuentran vendiendo papa entre la vía Tunja y Bogotá, este ‘aporte’ mencionado por el Gobierno, no alcanza para cubrir los gastos de todos los campesinos afectados. ¿Cuándo les darán una solución?
Es tan claro el problema, que empieza por el costo de un bulto de papa, que antes valía $50.000, y ahora les ha tocado venderlo en $7.000 porque la sobreoferta, producto de la pandemia, los perjudicó notoriamente. Una problemática de Estado, que le ha quedado grande al Estado. ¡Una tragedia minimizada!
No obstante, ellos día a día esperan que la gente sea solidaria y les siga ofreciendo un poco más de lo que ellos establecen ($7.000), para cubrir los gastos con sus familias, servicios y se exige que el Gobierno, les dé una mano verdadera. ¿Sucederá?
Si usted ve a un campesino en carretera vendiendo sus productos ¡ayúdelo! Somos todos colombianos y nadie merece ser olvidado, por lo menos que se refleje la solidaridad del pueblo, ya que el gobierno tiene otros intereses.