Según el Informe del Centro de Investigaciones y Documentación Socioeconómica de la Universidad del Valle, la comunidad afrodescendiente alega que hubo una gran omisión censal debido a la falta de validez externa e interna del Censo para los grupos étnico-raciales.
Según los resultados de los censos que se han realizado desde el año 2005 hasta la actualidad, estos grupos no se sienten satisfechos.
En Santa Marta aproximadamente el 90,29% de la población en esta ciudad no se auto reconoció como perteneciente a ningún grupo étnico-racial; el 7,49% lo hicieron como afrodescendientes; el 0,98% como Indígenas y el resto 1,24% no informó. Este resultado muestra que la proporción de la población afrodescendiente en el Distrito de Santa Marta es aproximadamente 2,91 menos en comparación con el promedio nacional (10.4%).
Es decir, por un lado, no se censó a toda la población y, por otro lado, puede que la pregunta de autorreconocimiento étnico-racial no haya sido aplicada de manera correcta por los encuestadores, lo cual se deriva a una subestimación de la población afrodescendiente en todo el país.
Este fenómeno es más significativo en una ciudad como Santa Marta debido a la presencia de un mayor proceso de mestizaje, y la falta de campañas de sensibilización que disminuyeron las probabilidades de auto identificarse con los grupos étnico-raciales históricamente discriminados.
Si no hay una correcta caracterización de la población afrodescendiente en esta ciudad, no es posible identificar las privaciones que restringen la libertad de elegir las capacidades que les permitan vivir la vida que desean y valoran de acuerdo a sus particularidades culturales.
Y cabe recordar que este debería ser el principio fundamental de una sociedad pluriétnica y multicultural donde los grupos étnicos étnico-raciales todavía muestran los efectos de los rezagos del proceso de esclavización que implican grandes privaciones que limitan el disfrute de los derechos fundamentales.