El feminismo, un tema defendido en cuerpo y alma por algunos, evitado por muchos y burlado por otros. Un movimiento tan controversial que parece decaer y volver a tomar fuerzas constantemente debido a la confrontación social que provoca.
Pero más allá de todo las concepciones y estigmas que presenta, el feminismo es una lucha real, un problema social que debe ser tratado con la seriedad que merece, no sólo por la misma sociedad, sino también por la autoridades y figuras que deben garantizar el cumplimiento de leyes y, a su vez, la tranquilidad y bienestar de las mujeres de un país en el que la mayoría, por no decir todas, han sufrido distintos tipos de acoso.
Hace poco se conoció el caso de María Alejandra Rojas, una mujer que estuvo secuestrada por su pareja durante una semana, periodo en el cual fue horriblemente torturada. El hecho atroz concluyó con una escena terrorífica para María, pues cuando casi lograba escapar de su agresor y casi homicida, este la empujó desde el tercer piso del lugar en el que se encontraban. Las agresiones a las que estuvo sometida durante el secuestro y la caída por poco acaban con su vida.
Una vez el caso fue expuesto en redes sociales y la denuncia fue hecha, se dieron a conocer otras denuncias en contra de José María Ortega, la ex pareja de María Alejandra y el autor de sus lesiones. Es menester mencionar que las denuncias ya presentadas siguieron su curso sin trabas cuando se dio a conocer el caso de María Alejandra Rojas, debido a la denuncia pública en redes sociales.
Llegados a este punto cabe mencionar que muchas mujeres que sufren de violencia intrafamiliar, abuso sexual, acoso callejero o secuestro no se animan a denunciar porque no confían en la justicia, pues es usual que una vez realizadas no suceda nada sobre la persona que acusan.
Las mujeres han tenido que unirse como apoyo unas a otras, pues el miedo crece inevitablemente y con justa razón, pues lo que le sucedió a María Alejandra no es un caso extraordinario, sucede siempre, de modo similar y quizás menos terrorífico y grave, pero sucede y la justica, por su parte, no actúa adecuadamente frente a los casos de abuso.
Entonces, teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, ¿las mujeres exageran al sentir miedo frente a los hombres? Muchas víctimas huyen de relaciones sentimentales junto a hombres y de igual modo a cualquier tipo de relación con una figura masculina debido a las graves situaciones en las que muchas han estado.
Las secuelas de los daños físicos son graves, pero ¿qué hay del daño psicológico que muchas presentan?, ¿por qué el trauma de muchas es motivo de burla? Antes de tomar como burla esta situación tan grave y ardua de las mujeres por tener miedo a salir, a estar sola en la calle y a los hombres, deberían comprender la realidad en la que se encuentran muchas, pues no todos viven lo mismo o pasan por situaciones similares, pero este no es motivo para no sentir solidaridad por una mujer con miedo.