Más de 8.000 hondureños marchan hacia Estados Unidos para cumplir un “sueño americano”.

Pese al gran problema que se vive en el país de Honduras por el trágico golpe de la economía a causa de la pandemia, la delincuencia rondando por las calles y las consecuencias de los huracanes, no hay más remedio por parte de los migrantes, que huir de un país que no propone ninguna solución para salvarlo.

A unos 60 kilómetros de la frontera de Guatemala, fueron detenidos por el ejército de dicho país, en donde se formó una manifestación que dejó a cientos de heridos. Alrededor de 3.000 personas lograron huir y continuar con su travesía.

El Gobierno de Guatemala pide que para dejarlos pasar, necesitan tener los trámites al día y llevar en mano la prueba de COVID-19 con resultado negativo, para así no acumular casos en el país. Sin embargo, varios migrantes que pidieron asistencia médica luego de las manifestaciones, 21 de ellos exactamente dieron positivo. Muchos de ellos no van a dar marcha atrás hacia su llegada a Estados Unidos, quieren tener mejores condiciones de vida y un gran futuro para sus hijos.

Por otro lado, ya las fuerzas armadas de Guatemala y la Policía Nacional se dividieron en 7 departamentos del país para evitar el avance de los hondureños y piden que en México se tenga la misma prevención.