Debido a las fuertes restricciones hacia los viajeros por la pandemia, estos han acudido a lugares clandestinos para falsificar sus resultados de COVID-19 y lograr viajar a Estados Unidos, donde se exige la prueba negativa.

Diferentes modalidades de actividades ilícitas se han generado por la pandemia, en donde el crimen organizado ha sacado provecho en las necesidades de los ciudadanos. Se ha logrado evidenciar como en diferentes países hay vacunas no autorizadas que ponen en riesgo la vida de las poblaciones.

A causa de esto, se ha encontrado un nuevo negocio delictivo en México, donde se alteran las pruebas de COVID-19 y se comercializan, desde que Estados Unidos exigió como requisito para el ingreso al país la prueba negativa, que tienen un valor de US $40 y US $100.

El Consejo Nacional de Seguridad Privada de México (CNSP) señaló que se encontraron laboratorios clínicos que hacían pruebas falsas en Jalisco, Chihuahua y Ciudad de México.

Por otro lado, Marisol Vanegas, jefe de la Secretaría de Turismo del estado de Quintana Roo en México, dice que la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) ha creado un formato obligatorio que deben firmar los turistas y se deben hacer responsables de la prueba que presentan, debe ser auténtica y legal.