La Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas, se mostró consternada y pidió al Ejército Nacional de Birmania dejar de” asesinar manifestantes”.
Michelle Bachelet, delegada para los Derechos Humanos por la ONU, pidió el día de ayer al país dejar de arremeter contra los participantes de protestas, pues ya van al menos 54 personas asesinadas y cerca de 1.700 detenidas desde el pasado 1 de febrero.
El altercado se desató dadas las acciones de las Fuerzas Militares birmanas, quienes asesinaron ciudadanos al inicio de la semana, dejando un registro de casi 38 muertos, luego de que estos salieran a las calles a protestar frente a la represión del Gobierno. Hasta el momento, esta es considerada como una masacre de las más sangrientas desde el golpe de Estado.
Mediante un comunicado Bachelet, afirmó «Es odioso que las fuerzas de seguridad disparen munición real contra manifestantes pacíficos en todo el país. Estoy consternada también por los ataques registrados contra el personal médico de los servicios de emergencia y las ambulancias que intentan socorrer a las personas heridas».
Por otro lado, en la ciudad de Rangún, centro económico del país, se establecieron pequeños grupos, «Estamos unidos», corearon los manifestantes, protegidos detrás de barricadas construidas con viejos neumáticos, ladrillos, sacos de arena, bambú y alambre de púas.
Además, la activista Thinzar Shunlei Yi le dijo a la AFP (Agence France Presse) «Ayer fue un día horrible (…) Es muy triste constatar que el ejército birmano no ha cambiado» y añadió que su lucha aún no termina.