55 años tenía la mujer indígena de la etnia asháninka, la cual fue asesinada el pasado viernes 12 de marzo.

Esta vez se habla del caso de Estela Casanto, fundadora de la comunidad nativa Shankivironi, situada en el Valle del Perené, que hasta la actualidad es el séptimo asesinato registrado en menos de un año en la Amazonía peruana y, el último de una escala de represiones contra los indígenas que buscan defender la invasión de los traficantes hacía sus tierras y la vulnerabilidad de sus derechos, especialmente el derecho a la vida, por parte del Estado.

Al tráfico de territorios se le suma la expansión de monocultivos desgastando uno de los recursos renovables más preciados por la población indígena, los bosques. Según un estudio realizado por la Oxfam, aumentó en más del 700% el cultivo de palma de cera en Perú en los últimos 20 años.

Por otra parte, las amenazas que Estela había recibió antes de fallecer, fueron causadas por una mujer sin identificación, amenazas que la líder jamás denunció por temor a perder su vida. El presidente de la (Ceconsec) Central de Comunidades Nativas de la Selva Central, Teddy Sinacay, comenta a la Agencia Efe: “Estamos bastantes preocupados, pensábamos que no se iban a hacer realidad las amenazas”.

El presidente relata que la muerte de Estela Casanto fue un asesinato planificado porque hallaron restos de sangre en su cama, mostrando señas de agresión física antes del suceso. Luego su cuerpo es arrojado por un barranco de la comunidad donde habitaba, un tema que causó indignación porque según cuenta Sinacay, la necropsia mostró resultados de una muerte por oclusión al masticar hojas de coca.

Tanto las autoridades como el Gobierno, no han hecho nada para defender los derechos de estas comunidades señaló Sinacay, los presuntos responsables del acto habían sido detenidos principalmente por policías, pero al poco tiempo quedaron en libertad.

La Ceconsec, advierte acudir a instancias externas para reclamar que el Gobierno Peruano cumpla con la protección de los derechos humanos que se están vulnerando.

Quiero pedir a la cooperación internacional que continúe apoyando a los pueblos indígenas, pero de manera directa con nosotros, porque nosotros somos los que conocemos los problemas que atravesamos a diario. Para el Gobierno parece que esto no es prioritario» concluyó el presidente de la organización.