La fiscalía abrió el caso asegurando que el primer ministro Guido Bellido y el líder del partido Perú Libre, Vladimir Cerrón, habrían usado sus funciones en el poder político para mover dinero ilícito y generar un mayor número de ganancias. 

Dentro de los cargos que menciona la Primera Fiscalía Supranacional Corporativa Especializada en Delitos de Lavado de Activos, se incluyen presuntas infracciones contra la administración y la tranquilidad pública, y demás infracciones que abarca la Ley de Crimen Organizado.  

Cabe mencionar que, en el caso no solo se encuentran involucrados Bellido y Cerrón, sino también se investiga a otras 19 personas, entre ellas el hermano del líder de Perú Libre, Waldemar Cerrón. 

Ante lo sucedido, en el gabinete del presidente Pedro Castillo algunos debatieron sobre la destitución de los funcionarios, como es el caso de Rodolfo Rojas, quien aseguró que: “Su capital político se esfumó en 24 horas… Si no cambia de rumbo, no hay futuro para el primer ministro”, sin embargo, añadió que la destitución no era inmediata, pero de no hacerlo generaría múltiples inconvenientes en el Congreso.

Adicional a lo anterior, debido al revuelo que generó este caso, algunos partidos políticos como el Partido Morado y el periódico nacional La República decidieron retirar su apoyo al presidente Castillo, pues no se quieren ver involucrados en este tipo de corrupción.